miércoles, 17 de febrero de 2010

Apagón

Erase una noche tranquila en la que yo chateaba amenamente con mis amigos,
y en eso, papá llego y empezó a gritar. No me afecto en lo absoluto, total,
yo ya estoy acostumbrado. Entre gritos y bochorno del verano, me ordenó a que
me cortara el cabello, dijo que parecía un "delincuente" (me causo mucha risa
por cierto, pero como era un momento serio, me aguante la carcajada).
A él no le puedo refutar nada, así que me alisté y salí de casa.
Caminaba por la larga avenida de mi casa pensando en qué será de mi en un futuro,
me pongo así cada vez que papá grita.
Iba doblando en la esquina y vi lo infaltable en Lima: un "choro".
Seguí caminando, pues este no me hizo nada (tal vez estaba en la hora de descanso).
Por fin llegue a la peluquería en cual la peluquera (valga la redundancia) es mi amiga,
me dijo que pasara y me sentara, pues estaba atendiendo a un señor.
Cuando terminó de cortarle el cabello al tipo este, vino lo inesperado: El apagón.
En mi mente no hacía mas que recordar a la madre de todo el mundo,
ya que solo estas cosas me pasan a mi. El señor termino de pagar a la peluquera en
medio de la plena oscuridad utilizando su celular como si fuese una linterna.
Pilar (la peluquera) ya estaba cerrando la peluquería porque en medio de la oscuridad
no se puede trabajar,mientras yo, pensaba en cómo regresar a casa y me preguntaba:
¿Me robaran? ¿veré un fantasma? o cosas por el estilo.
Fue horrible estar en la calle y mas aun frente a un parque, ya que parecía como si fuese
un bosque y recordé la película "la bruja de blair" (sé que es estúpido) .
Al final no tuve opción y regrese caminando (a paso rápido por cierto).
En el transcurso, escuche múltiples sonidos extraños al rededor mio, desde aullidos,
maullidos y lamentos de personas, pero finalmente, llegué a casa.
Subí las escaleras y encontré a mi hermana y prima en el balcón.
Nos quedamos buen rato esperando a que regrese la luz y comenzábamos a aburrirnos,
entonces, decidimos ir a la sala y conversar.
Me gusto mucho conversar con dos miembros de la familia, pues no teníamos un momento
así desde hace mucho y ahí fue cuando me empezó a gustar el apagón.
Lo lamentable de todo es que regreso la luz y al poco rato papá y su esposa (que es mi
madrastra) llegaron.
Ya había luz en casa y todos regresaron a su "mundo" y desapareció el momento familiar
de a tres.
Ese día me di cuenta de como la TV, el Internet y todo este tipo de cosas mantiene
algo alejada a algunas familias.

Tal vez sea bueno que haya un apagón al menos pasando un día.

viernes, 12 de febrero de 2010

La vida es una monótona rutina


Alguna vez te has preguntado por qué vives o por qué estás donde estás?
Créeme que yo me hago la maldita pregunta día a día y aun no puedo descifrar el por qué de muchas cosas, tal vez necesite descansar en el "país del nunca jamas".
Muchos me dicen: dime quien eres? y yo les pregunto: quien soy yo? .
No sé si realmente me conozca pero lo que he ido conociendo es que la vida es una monótona rutina.
Una monótona rutina que a muchos ya tienen harto, y es que la mayoría de gente llega a casa y hace siempre lo mismo (no digo que todos pero sí la mayoría) como llegar, ver televisión, después directo a la computadora y luego a dormir, rechazando cualquier tipo de afecto familiar. ¿Qué mal no? peor es la pura realidad.
Lentamente si no eres fuerte te mueres por dentro y te vuelves tan apático que no quieres ayuda durante los decisivos momentos, la sonrisa se va de tu cara y ya no puedes hacer nada y sólo queda el llanto. Dejas de creer en el amor, pierdes el sentido y gritas: "¡ no es real ese concepto!", pierdes el sentir afecto mientras pasa el tiempo y ves que no existe lo perfecto.
Yo ya estoy cansado de la vida pero aun así sigo porque hay cosas de la vida que te llevan a un destino, quizá por un camino largo pero corto a la vez.
Un camino que tiene cuesta hacia arriba, una cuesta inalcanzable donde solo hay dolor, donde no existe lo bonito y es ahí donde dejas de valorar todo.
Puedo decir que he estado en esa cuesta muchas veces, pero eso sí, siempre fiel a mis principios e ideales.
Gracias a muchas personas superé miles de cosas ,pero jamás superaré esta vida, esta vida que nos tiene locos casi siempre, esta vida que después de un problema se encuentra solución pero vuelve a llegar el problema, esta vida que se vuelve una maldita rutina...
una monótona rutina.

miércoles, 10 de febrero de 2010

¡Cómo han cambiado los tiempos!


¡Cómo han cambiado los tiempos! hoy estuve andando en plaza san miguel con dos viejos amigos de mi promoción cuando de repente vi un grupo de adolescentes si se puede decir (aunque creo que mas apropiado seria "pubertos") y los vi "fumando". Pongo las comillas porque estos no sabían hacerlo, y en ese momento me di cuenta de cuanto ha cambiado la juventud.
Recuerdo que también aprendí a fumar como ellos y la verdad no sé por qué hablo así si yo también pase por eso. Pero a lo que voy es que nuestros padres siempre dicen que ellos no hacían ese tipo de cosas a nuestra edad y eso me jode porque obviamente ellos también han hecho cosas por curiosidad y no entienden a sus hijos, es algo raro pero bueno son nuestros padres y por algo lo hacen y creo que algún día entenderemos.
¡Cómo han cambiado los tiempos! recuerdo aquellos días en los que me alucinaba con mi celular de pantalla verde o con lo ultimo en videojuegos que era el "supernintendo"!
Aveces extraño un poco el ser niño ya que nunca se tiene problemas y uno vive de risas y juegos (claro que también berrinches por juguetes o cualquier otra estupidez) .
¡Cómo han cambiado los tiempos! han cambiado tanto desde que era un niño, ahora tengo muchas preocupaciones, tristezas amorosas y todo esos tipos de sentimientos que uno tiene a esta edad (17-18) pero como dicen: "lo que no mata te hace mas fuerte" y es algo muy cierto y lo tengo en mente cada día que pasa.
¡Cómo han cambiado los tiempos! la vida no siempre da lo que recibe, y es algo que antes jamás viví. Han habido veces que todo es sufrimiento y te preguntas: ¿por qué todo pasa siempre en el peor momento? Tus lágrimas caen en un cuento de rosas de los que ya no existirán y después sientes como el corazón se rompe en trozos y la oscuridad acompañándote y sintiéndote solo cada vez más, como un vació por dentro y sin fuerzas para sonreír. Estás triste pero intentas fingir que eres feliz.


¡Cómo han cambiado los tiempos!